La pregunta es: debemos renunciar al estilo? Al fútbol de ataque, a las posesiones largas, a jugar preferiblemente a ras de suelo, a la velocidad en la circulación, al juego elaborado y sobre todo a un fútbol de equipo...
Si somos materialistas, si solo pensamos en los éxitos de hoy en detrimento del mañana, la respuesta es si.
Si somos románticos, si creemos que una derrota por fidelidad al modelo, puede enseñarnos a ganar mejor en el futuro, la respuesta es no.
Crónica:
Salimos desde el principio con el sistema táctico habitual, apostando por la construcción y el juego combinado. Pronto Tinsae marca el 0-1, el partido se pone de cara. El equipo hace gala de su juego elaborado e intenta sacar siempre la pelota controlada, este riesgo preciosista nos cuesta dos goles, los chicos están un poco nerviosos por los errores y decidimos que Mario saque a las bandas en largo. Tras un córner en contra más una serie de rebotes recibimos otro gol y pocos minutos después, tras un cúmulo de despropósitos en los despejes de una jugada encajamos el cuarto en propia puerta. Empieza el segundo cuarto con un monólogo de ocasiones a favor: un gol anulado por fuera de juego y un penalti a favor no señalado. El partido se juega en campo contrario, es un ataque constante que tiene su recompensa en un gol de Julen, 4-2. El tercer cuarto es un calco al anterior: seguimos atacando y la posesión es nuestra, también hay nervios y esto conlleva a precipitaciones con el balón, demasiados pelotazos y poco centrocampismo. Casi al final del cuarto, para el júbilo de todos, Julen consigue marcar el 4-3, pero la alegría dura muy poco, tras un despeje de la Peña en medio campo, un apenado balón bombeado que acaba entrando en nuestra portería. Tras el inicio del último cuarto y viendo que el partido se había convertido en un toma y daca, apostamos por suprimir la figura del stopper en beneficio de un segundo delantero. Salimos a por todas, con el equipo más ofensivo posible y con la ilusión de sacar un resultado positivo. El último cuarto transcurre de manera similar a los anteriores, no somos capaces de meter el balón en la red, a pesar de contar con numerosas ocasiones. El marcador ya no se mueve hasta el pitido final. Llega la primera derrota y es hora de sacar conclusiones: - primera conclusión: aprender de ella, - segunda conclusión: debemos seguir trabajando a tope.
5 comentarios:
Solo se puede dar las felicidades al equipo fue un partidazo que hace tiempo que no veo un equipo que juega al futbol, lo intenta . Solo puedo deir segir asi
Creo que ejecutar el fútbol que todos deseamos realizar es muy complicado para nuestros chavales y esto se complica más en un terreno de juego con unas dimensiones tan reducidas como es el campo de la Penya Arrabal.
Mi humilde opinión tendremos partidos que podremos ejecutar el fútbol deseado y habrá otros que debamos modificar nuestro estilo de juego.
Es un largo camino para poder alcanzar nuestros objetivos, sólo dar ánimos al cuerpo técnico y jugadores y a nuestra estupenda afición, todos juntos formamos un gran equipo.
Saludos.
apoyo al 100*100 el comentario de este anonimo pues pienso igual que el
en un terreno de juego con unas dimensiones tan ¿REDUCIDAS? como es el campo de la Penya Arrabal.
PUES MENOS MAL QUE TINE DIMENSIONES REDUCIDAS....Y ENTONCES QUE DIMENSIONES TIENE EL CAMPO DEL RAFAL?
Queda manifestado que Anónimo 1 (así le nombraremos), y Eufrasio (gracias por sumarte a las opiniones) están en lo cierto, pero por muy complicado que ello resulte, el equipo nunca traicionará sus ideas, aunque si las corregirá.
Uno no sabrá jugar a fútbol sin antes aprender a leerlo. Saber cuando tengo que pasar, cuando regatear o cuando chutar y tardar tanto que me le van a robar, no se soluciona regalando la pelota, sino insistiendo, aunque salga mal 100 veces, seguro que a la 101 llegará a salir. Animar un pelotazo sin sentido, es resignarse a aceptar que el equipo no sirve para más y estoy convencido de que nadie piensa esto.
Estamos de acuerdo en que habrá partidos donde se priorice la fuerza por encima del tacto, pero siempre queriendo tener el balón.
Respecto a las dimensiones del campo de la Penya, puede parecer desde fuera que eran grandes, pero con la reducción de las lineas laterales, el campo se convierte practicamente en el nuestro.
Finalmente agredecer a todos los comentaristas su participación, ya que siempre es necesario conocer las opiniones del entorno.
Un saludo!
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